Algo tendrán los productos de Apple que tanto éxito han conseguido, ¿no? La compañía norteamericana continúa en la cresta de la ola, a pesar de los poderosos competidores con los que cuenta, caso de la coreana Samsung. Pero la compañía fundada por Steve Jobs ha logrado diferenciarse de la competencia con una gran dosis de innovación, atención al cliente y publicidad efectiva que obnubila a buena parte de sus seguidores.
Si eres de los que está atento a las últimas novedades que Apple pone en el mercado, tal vez te interese este curioso objeto. Se trata de un cubo que reinterpreta al célebre cubo de Rubik, pero con simbología típica de la compañía de la manzana. En vez de juntar colores, con el iCube (no podía tener otro nombre), deberemos mover el rompecabezas para juntar iconos Apple. Una agradable manera de entretenerse sin recurrir a la tecnología más vanguardista.
En Apple, siempre atentos a los gustos del consumidor, han decidido poner en el mercado este cubo para homenajear a los pasatiempos de otra época. Cuando los ordenadores y los chips aun no formaban parte de la vida diaria de las personas y cuando los móviles y las tabletas no eran más que proyectos a medio plazo.
El iCube es una manera de decir: “Nos gusta la tecnología y la innovación, pero también sabemos honrar a aquellos objetos de nuestro pasado que nos ofrecieron largas tardes de entretenimiento”. A veces se nos olvida que hubo un tiempo en que también era posible pasarlo bien sin necesidad de utilizar como medio, las últimas tecnologías. ¿Nunca has oído a tu padre o tu madre decir: “Nosotros con una caja de cartón y un palo pasábamos la tarde”? Y aun antes, cuando no había cartón, un palo y a vivir.
Entretenerse, en realidad, depende mucho de nuestra imaginación y nuestras costumbres. Hay personas que se tienen que desprender de su consola de videojuegos y vislumbran la llegada del Apocalipsis. Para no irnos al infierno, al menos antes de tiempo, llévate este iCube y pon a prueba tu inteligencia para resolver el rompecabezas.
Un regalo ideal para ese amigo o amiga que vive constantemente pegado a su iPhone o iPad pero que un día también supo pasar un buen rato con entretenimientos menos contemporáneos. Y también puede ser un buen regalo para la gente más joven que no ha llegado a conocer el cubo de Rubik. Qué pongan a trabajar su cabecitas…