A todos nos gustaría tener un cuerpo 10, pero cuesta lo suyo y la comida sabe muy rica. Hoy en día tenemos un montón de posibilidades para mejorar nuestro aspecto. Los gimnasios siguen gozando de gran aceptación, cada vez hay más gente que va a correr a los parques de las ciudades y el deporte, en general, supone un gran beneficio, no solo para nuestro cuerpo, también para nuestro estado mental.
Pero aunque pongamos todo de nuestra parte, conseguir tener una tableta de chocolate en nuestro vientre o alcanzar el famoso 90-60-90 sigue estando complicado. Si prefieres, de momento, no optar por los anabolizantes y no estás muy convencida de las operaciones estéticas comprobando algunos engendros resultantes que aparecen habitualmente en televisión, te traemos un artículo ideal para pasar por el mejor cuerpo de la playa sin ningún esfuerzo, y sin necesidad de ir a la playa. ¿Una contradicción? Me explico.
Esta cortina de baño viene decorada con un dibujo que representa una soleada playa. Sobre la arena dos cuerpos atléticos nos ofrecen su mejor pose. Pero algo les falta a estas figuras.
Ahí es donde entras tú. Tan solo tienes que poner el rostro en los huecos de sus caras y te convertirás ipso facto en el ídolo de la playa. Todos admirarán tu cuerpo y se preguntarán cuál es tu secreto.
Tu secreto seguramente es el sentido del humor. Esta cortina de baño está indicada para aquellas personas que son capaces de reírse de sí mismas y que tienen la suerte de relativizar su aspecto físico. No están obsesionados con él, y se toman con humor el exceso en el culto al cuerpo. Y es que nuestros amigos de la cortina de baño con sus bañadores rojos, han pasado muchas horas en el gimnasio. O eso, o que han sido tocados con la varita mágica.
Esta cortina de baño playa puede ser un regalo perfecto para uno de tus amigos. Si es un enclenque y ha decidido ponerse a punto para el verano que viene, regálale esta cortina para que vaya imaginándose como será su futuro siendo el rey de la arena. También es un buen regalo para tu novia. Una excusa para bañaros juntos y reírse un rato poniendo caras a través de los huecos de la cortina. Un poco de humor siempre es bienvenido. Y más en la ducha.